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Es muy natural que te sientas así, yo también he estado ahí.
Si te quedas, te lo cuento.

¿Te resulta familiar?

Tu bienestar deja de funcionar cuando sientes que…

Cualquier conflicto familiar, por pequeño que sea, te afecta demasiado.
Te replanteas actitudes ante tus padres y emociones internas.
Te sientes incomprendida y frustrada porque quieres entender y aceptar la transición de esta etapa que están viviendo tus seres queridos.
Tienes miedo ante la nueva realidad de que se mueran.
Hablas “otro idioma” con ellos. Te parece que habláis lenguajes distintos.

Antes de empezar a trabajar juntas, quiero contarte una historia que tiene que ver conmigo, pero una parte también contigo…

Mira,

Como casi todas las historias, la mía también empieza desde pequeña, cuando mi madre y yo vimos morir, frente a nosotras, a mi padre.

Soy de Barcelona, es ahí donde comienza la introducción de la “película” que modificó el ritmo de mi vida para siempre.
A raíz del acontecimiento, mi madre se volcó en mí. Además, sentí una acogida fascinante por parte de mis abuelos.

Ellos fueron los que me cuidaron, enseñaron y transmitieron los valores que hoy estructuran parte de mi ser. Han sido un pilar enorme en mi vida y un día también les tuve que decir adiós.

He sufrido muchas muertes familiares y atravesado bastantes duelos en los que me he sentido incomprendida y frustrada por no haber podido expresar todo lo que sentía por dentro a mi madre

Y eso es lo que te quiero decir ahora. La conexión con mi madre era muy potente pero nunca lo expresábamos con palabras ni cariño físico.

Entonces…

Durante la adolescencia aún tenía mucho que decir y expresar, y como no lo soltaba atravesé una depresión tan fuerte que una psicóloga fue mi confidente durante 10 años.

Con esta ayuda profesional empecé a comprender que siempre fui el apoyo de mi madre, ese apoyo que le acompañaba, en voz baja, a transitar su duelo.

La comunicación floreció.

A lo largo de mi vida he tenido etapas con diferentes terapias, sencillamente, para alcanzar un entendimiento mayor de mi persona, y de los seres queridos que me rodean.

Ahora bien…

Quiero contarte mi presente lejano, el que me llevó hacia donde estoy hoy.

Ese momento que el universo me mostró la realidad que necesitaba ver.

Un día me fijé en las manos de mi madre y un clic se adueñó de mi mente para siempre. Su artritis estaba avanzada y vi en ella las mismas manos de mi abuela.
En el siguiente segundo pensé: ¡Mi madre se va a morir!

Eso me hizo estar triste cuando le miraba las manos porque sentía, dentro de mí, sus limitaciones y el progreso de la enfermedad. A mi niña interior aún le duele verlas, sin embargo, he aceptado que dolerá pero permito que la vida avance y la aceptación me da serenidad.
Aún así déjame que te diga…

 

siempre pensamos que los padres son eternos.

Ahí volví a vivir otro de mis duelos y, quizá, por el que tú estés pasando ahora mismo.

Mi madre está entrando en la etapa de vejez y con ella, aparecen nuevos retos porque surgen discusiones propias, poco entendimiento o malentendidos que antes no existían, o por lo menos no con la misma frecuencia ni intensidad.

No obstante, yo me di cuenta que a todos esos acontecimientos se les podían poner un punto y final. Por eso, he comprendido que tiene mucho peso el estar cerca de la gente que amas.

Y, la mejor manera de hacerlo es observándote y dándote cuenta que la mayoría de las veces nos enfadamos por tonterías e interpretaciones erróneas que deprimen la relación.

¿Te gustaría cambiar tu relación y reconectar con tus padres en esta etapa de sus vidas?

Dónde me he formado y me sigo formando:

Es el centro donde estudié Técnico de Atención Sociosanitaria para personas dependientes, reconocido por el SOC (servei públic d’ocupació de Catalunya); y Técnico en cuidados auxiliares de enfermería.
Escuela de negocios digitales, donde actualmente me formo para ofrecer la mejor calidad con mi servicio digital.

En el Centro Universitario de la Experiencia de México estudié el Curso Online de Introducción a la Psicogerontología.

Dónde he trabajado y adquirido experiencia:

Residencial Mas Piteu, Portamar Residencial y Fundació d’Atenció a la Dependència Sant Joan de Déu.

Trabajando en estos centros he adquirido experiencia y he obtenido un gran desarrollo personal gracias al cual puedo facilitar el crecimiento personal de los demás.

Hoy te quiero ayudar a ti porque mi vida es así:

01

Disfruto la vida junto a mis padres, mi madre y su pareja. Aunque no te voy a engañar, es un trabajo personal constante pero cuando ves los beneficios, todo vale la pena.

02

Comparto hábitos saludables y rutinas con mi madre. Eso hace que se abra mucho más a mí y me explique cómo y qué siente. Así, yo le muestro opciones para resolver lo que le inquieta.

03

Mi padre (no me gusta la palabra padrastro) y yo también tenemos aficiones en común, le pido consejo, él me enseña y las practicamos juntos.

04

Acepto su vejez desde el amor y el cariño.

05

No solo trato con mis padres, mi tía también está entrando en esta etapa y ella tiene una minusvalía física. Ahora con la pandemia, trato de pasar más tiempo con ella y apreciar y disfrutar de los momentos juntas.

Si sabes lo que yo sé ahora, evitarás esas cargas emocionales que te quitan la serenidad día tras día porque…

Cambiarás las conversaciones que tienes con tus padres. Esas que generan un malestar interior profundo, como una energía estancada en el estómago, por otras más amistosas y productivas.
Identificarás los síntomas y problemas que surgen por la vejez y cómo afecta esto a tu relación con tus padres.
Descubrirás herramientas para volver a retomar una relación armoniosa.
Establecerás hábitos saludables para ambas partes y ganar calidad de vida.
Cambiarás la incomprensión y el enfado por cariño, compasión y humildad.

Mi especialidad es ayudarte, mediante herramientas eficaces, a que tus padres vivan una vejez activa y saludable para que disfrutes de esta GRAN etapa tan importante con ellos, no te sientas sola, perdida ni incomprendida.